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Entonces ¿el mercado va a subir o bajar?

Una de las preguntas que más nos han hecho, ¿para dónde va la cosa?
Entonces ¿el mercado va a subir o bajar?

Cada cierre de trimestre realizo una presentación sobre el estado de los mercados accionarios globales, y casi sin excepción, al cierre de la misma me piden responder la pregunta que encabeza esta columna.

Mi respuesta es siempre la misma: “No lo sé”, e inevitablemente aparecen rostros de decepción entre la audiencia, aunque éstos se diluyen cuando miro a los clientes que ya son “de la casa”.

Más allá de la decepción de algunos, la verdad es que predecir la dirección del mercado es imposible. Nunca he conocido, leído o escuchado de alguien que tenga esta habilidad, al menos en el mundo de las inversiones. Y créeme cuando te digo que he leído y estudiado muchas de las estrategias de los grandes inversionistas del mundo. Ninguno ha logrado sus resultados en base a predecir la trayectoria futura del mercado.

Déjame hacer un pequeño ejercicio de imaginación. Estamos a 15 de febrero de 2020, muchos índices de mercados globales se encuentran en su punto más alto de la historia, y por lo mismo las valoraciones se ven algo elevadas.

Recién leíste sobre una enfermedad muy contagiosa y de elevada mortalidad que se está diseminando por el mundo. Sales a caminar distraídamente por un parque pensando qué hacer con tus inversiones y no puedes creer lo que ves.

En dirección opuesta viene paseando animadamente El Genio de Aladino. Sin pensarlo dos veces lo detienes y le preguntas:

¡Genio! ¿El mercado va a subir o bajar?

El Genio te mira amablemente y contesta sin dudar:

“No lo sé”

Te quedas incrédulo, pensando que el Genio es en verdad el villano Jafar, pero inmediatamente complementa:

“Sin embargo, puedo contarte algo que tal vez te ayude, pero antes debes prometerme que, si tomas una decisión de inversión con esta información, no podrás cambiarla antes de seis meses.”

Como te parece una propuesta razonable, aceptas.

Así, El Genio mira un poco al futuro, y comenta:

“Dentro de los próximos meses el virus que se está desplegando por el mundo llegará a todos los rincones de la tierra, contagiando a decenas de millones de personas y matando a un millón de habitantes. Llevará al borde del colapso a los sistemas de salud. Muchos países se verán forzados a cerrar sus fronteras, y en muchas ciudades obligarán a las personas a permanecer encerradas en sus casas por meses. La gente dejará de viajar, mientras que tiendas, malls y restaurantes no podrán abrir. La caída del producto en muchos países será la más grande de la historia, al igual que el desempleo. Por último, a pesar de todo el esfuerzo de gobiernos, universidades, y las principales empresas de biotecnología del mundo, será imposible que en menos de un año exista una vacuna que pueda llegar a un número relevante de la población mundial.”

Se despide con un irónico “¡Que tengas un buen día!” y desaparece.

Qué hacer con tus inversiones dada esa información pareciera ser obvio, ¿no? Como mínimo te llevas todo a caja, o si sabes cómo hacerlo tomas posiciones que se beneficien ante una caída del mercado. Bueno, si hubieras hecho esto último, por un mes habrías estado feliz (el mercado tocó fondo el 23 marzo, cuando recién empezaban las cuarentenas aquí en Chile).

Luego, a medida que el mercado empezaba a subir te habrías ido preocupando cada vez más y lo más probable es que durante agosto hubieras cerrado tus posiciones, perdiendo plata y sin saber qué hacer.

No entraré en las razones del porqué te hubiese ocurrido esto, pero reiteraré lo que digo inmediatamente después de responder “No sé si el mercado va a subir o bajar”. Tratar de predecir el mercado es siempre una mala idea, los estudios demuestran que quienes intentan hacerlo -en promedio- obtienen retornos menores del orden de 2% anual versus aquellos que se mantienen invertidos.

Finalmente, un consejo: La mejor forma de alcanzar tus objetivos de ahorro e inversión de largo plazo en los mercados accionarios globales es construir un portafolio diversificado, en consonancia con tus objetivos y perfil de riesgo, y mantener una disciplina de ahorro a través de tu vida laboral.