Energía Renovable a la basura: el problema de las aspas que ya no sirven
Cada aspa de una torre de energía eólica mide, al menos, 20 metros.
Pararse cerca de un aerogenerador es impactante y no sólo por el tamaño. También lo es porque impresiona que el movimiento sea capaz de generar energía limpia y renovable.
La industria avanza con fuerza intentando crecer en cobertura, pero también haciéndose cargo de los desafíos que eso implica. Uno de ellos tiene que ver con el reciclaje.
Nunca lo hubiera pensando. ¿Qué pasa cuando hay que cambiar alguna de las aspas de los aerogeneradores?
Básicamente terminan en la basura. Y no es cualquier basura, es basura de gran tamaño.
Por suerte, varias empresas de la industria están embarcadas en fabricar aspas reciclables. Un tremendo avance que permitirá no sólo producir energía limpia, sino que aportar a que el proceso de obtención también lo sea.
Aunque aún no es regla, un parque eólico de 140 aerogeneradores que está en plena construcción en Europa, ya anunció que parte de las aspas que utilizarán serán reciclables.
Se las comprarán a Siemens Gamesa Renewable Energy, una de las empresas que intenta abordar el desafío.
¿Qué hace a estas aspas distintas? Utilizan un tipo de resina que se puede disolver y facilita el reciclaje de otros componentes de las aspas como fibra de carbono, plástico, madera y metal.
A la larga, la idea de muchos en la industria es lograr una “economía circular” en el mercado de las aspas.
Ahora habrá que ver qué tan accesibles son, cómo funcionan y de qué otra forma la industria buscará reducir su impacto.
Por ahora, otro gigante de este sector -Vestas-, anunció que planea producir turbinas de “desperdicio cero”. La meta está en el 2040.
En el momento indicado
La respuesta al desafío parece estar llegando justo a tiempo si tomamos en cuenta el interés del mundo por aumentar su capacidad de generación renovable.
El año pasado, el 10% de la energía total producida en el mundo provino de dos fuentes inagotables: el viento y el sol.
El avance fue histórico y muchos países ya superan el hito del 10% según datos de Global Electricity Review 2022.
Si vamos al detalle, la generación de energía eólica creció 14% en 2021. Y aunque se ve bien abajo en el gráfico, lo cierto es que el crecimiento es sostenido.
Además, las perspectivas son buenas considerando que países como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Canadá quieren hacer una transición completa hacia energías limpias en los próximos 15 años.
Con todo esto, en el mundo los proyectos se multiplican. Con ello también las inversiones en energía baja en emisiones de carbono que solo el año pasado crecieron más de 27%, y llegaron a los US$755.000 millones. Eso sí, ahí también se incluye lo que se está haciendo en el sector de los autos eléctricos.