Oppenheimer, energía nuclear y una mirada hacia el pasado
Es cierto que cada vez voy menos al cine, probablemente debido a Netflix y el efecto del streaming.
Aun así, siempre he disfrutado de esta experiencia y tengo un pedestal reservado para algunas películas en particular que si o si las tengo que disfrutar en una pantalla gigante.
De hecho, hay un director en especial que no puedo perderme en la gran pantalla: Christopher Nolan.
Ante su nueva creación, les quiero entregar en esta columna un breve repaso a los episodios previos de la narración que cuenta la historia de Robert Oppenheimer y su desarrollo en la bomba atómica. Nada mejor que tener información completa para disfrutar a cabalidad la nueva obra de este maestro.
Hablemos de la fisión nuclear y de Oppenheimer con una mirada hacia el pasado.
Volvamos 90 años atrás. En 1930, el mundo era prácticamente un caos en todos los sentidos. El crac de Estados Unidos con sus consecuencias en el desempleo, estancamiento del consumo y caída en la producción.
Por su lado Alemania, lavando sus heridas de la Primera Guerra Mundial, vivía inmersa en una hiperinflación que marcaba el ascenso del partido nacional socialista. Este se autodenominaba como "Unsere letzte Hoffnung", la última esperanza para el pueblo alemán.
Sin embargo, no todo estaba tan mal. La ciencia vivía una época dorada. La revolución del átomo, bajo el marco de la teoría de la relatividad de Einstein en 1916, la mecánica cuántica de Schrödinger y Heisenberg, y la construcción de los primeros aceleradores de partículas para indagar en la naturaleza del átomo.
En todo este entorno, James Chadwick descubre el neutrón y con ello se comienza a investigar los núcleos atómicos. Estas partículas al no tener carga eléctrica penetran con facilidad el núcleo creando lo que se denomina Fisión Nuclear.
Un error y un escape fueron claves para la humanidad
El descubrimiento de Chadwick fue utilizado por un grupo de científicos italianos, los chicos de la Vía Panisperna liderados por Enrico Fermi. Estos, lanzaron neutrones a todos los elementos de la tabla periódica a modo de experimento.
Al bombardear el uranio, pensaron que habían descubierto un nuevo elemento más pesado. Sin embargo, estaban equivocados. Los elementos producidos eran más livianos y se generaba un exceso de energía dado el principio de la conservación.+
Si los italianos hubieran interpretado correctamente estos descubrimientos, es posible que nuestra sociedad todavía estuviera bajo el dominio de Alemania, similar a lo que se muestra en la serie de Amazon "The Man in the High Castle", que presenta un mundo distópico donde las potencias del Eje ganaron la Segunda Guerra Mundial.
Afortunadamente, podemos respirar tranquilos, ya que los resultados fueron correctamente interpretados por Lisa Meitner y Otto Hahn. Ambos replicaron el experimento realizado por los científicos italianos y se dieron cuenta de la liberación de energía que esto implicaba.
Un camino difícil de recorrer
Meitner tenía origen judío y tuvo que escapar de Alemania en 1938 después de “la Noche de los Cristales Rotos” y la persecución del régimen alemán. Durante su huida, encontró apoyo de varios científicos de la época, refugiándose en la casa de Otto, quien incluso le regaló un anillo de diamantes de su madre para que pudiera venderlo en caso de necesidad.
Una vez que Lise logró escapar, Hahn descubrió el error de los científicos italianos y envió una carta a su asistente para comunicar los resultados.
A un paso de la energía nuclear, pero también de la bomba atómica.
Una científica judía que había escapado del régimen nazi tenía en su cabeza el arma que acabaría con la guerra que estaba a punto de estallar.
You are the man who gave them the power to destroy themselves… and the world is not prepare -
Mientras esto ocurría, Alemania había ocupado territorio Checo, donde se encuentra la mayor mina de uranio de Europa, Jachymov. Un punto clave para el desarrollo de la bomba. En paralelo forman el club del uranio dirigido por Werner Heisenberger para hacerse con esta nueva arma. El reloj estaba andando.
A medida que el tiempo avanzaba, el descubrimiento de la reacción nuclear en cadena por parte de Leo Szilard proporcionó la pieza que faltaba para la creación de la energía nuclear y la bomba atómica.
Ante la inminente amenaza de que las potencias del Eje se apoderaran de la bomba atómica, este físico húngaro decidió alertar a Roosevelt. Para lograrlo, necesitaba la ayuda del físico más importante de aquel momento, Albert Einstein.
Aunque Einstein siempre fue reconocido como pacifista, escribió una carta al presidente Roosevelt, entendiendo los peligros de que esta revolución cayera en manos equivocadas, pero también dejando claro la importancia que el uranio podía tener en el mundo.
Se deduce del trabajo de Fermi y Szilard, que el elemento uranio puede ser una nueva y importante fuente de energía en el futuro.
Nuevas bombas extremadamente poderosas puedes ser construidas. Una sola bomba de este tipo puede hacer explotar un puerto entero y parte del territorio alrededor de este.
Esta carta marcó el inicio del Proyecto Manhattan, que incluyó la histórica prueba Trinity y, en última instancia, el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Pero esto ya será parte de la nueva película de Nolan que podremos disfrutar próximamente.
Vivimos en un constante Dilema
Es cierto, esta carta y el trabajo de innumerables científicos dieron lugar a una de las mayores tragedias cívicas simultáneas en la historia de la humanidad. Sin embargo, también trajo consigo un descubrimiento que en estos momentos podría resultar fundamental para combatir el cambio climático: La energía nuclear.
Esta es una de las fuentes de energía más estables del mundo y, si bien eventos específicos como el ocurrido en Chernobyl nos hacen pensar que es extremadamente peligrosa, en realidad es la que causa menos muertes por kilovatio generado.
Nos encontramos en un dilema constante, donde los descubrimientos científicos no poseen adjetivos. No son inherentemente buenos o malos. Lo que realmente determina su naturaleza es quién y cómo los utiliza.
PD para los fanáticos del cine:
Solo un detalle más, el director, Nolan, optó por no utilizar efectos visuales generados por computadora (CGI) en las escenas de las pruebas de bombas nucleares de la película. En su lugar, recreó la prueba Trinity utilizando magnesio y gasolina. Una total locura.
¡Nos vemos el 20 en los cines!