Ideas de Inversión DVA 2022
Primero, lo más importante. Tenemos una visión positiva para el largo plazo. La pandemia ayudó a revolucionar muchas industrias y a destrabar valor al eficientar un sin fin de procesos y esto lo empezaremos a ver poco a poco a medida que pase el tiempo. Los momentos de crisis generalmente se traducen en grandes avances tecnológicos.
El entorno macroeconómico
En el corto y mediano plazo existe un mayor grado de incertidumbre. El principal elemento que estamos viendo hoy es la inflación.
Esto, producto de una caída en la oferta por problemas en la cadena de suministros, aumentos en el precio de la energía y presiones salariales. Los salarios suben a su vez, por un aumento en la demanda debido un exceso de liquidez producto de las distintas ayudas que han dado los gobiernos y los bancos centrales, junto a una rápida recuperación de la movilidad producto del control de la pandemia y los procesos de vacunación.
Una mayor inflación implicaría un aumento de las tasas de interés, que son la base de la inversión de la renta fija, y un componente importante en la renta variable.
Además, la recuperación sanitaria post pandemia no se vivirá igual en todos los países. Los países más desarrollados han logrado vacunar a una parte importante de su población, lo que a su vez ha permitido una reapertura de su economía de manera más rápida.
Esta diferencia entre países podría llevar a una apreciación del dólar con respecto a otras monedas, entre ellas el peso chileno. En términos geográficos, quienes tendrán un año más difícil será los países más endeudados, frente al mencionado aumento de la tasa de interés.
Ideas de Inversión según tipo de activo
Dividiendo los tres grandes tipos de activos: Renta Fija, Renta Variable y Activos Alternativos, estamos más positivos frente a la renta variable y a algunos activos alternativos.
Un alza de tasas mayor a la ya esperada por el mercado traería consigo una caída de precios, exceptuando los bonos con tasas variables, o los ligados a inflación. Los bonos con Duration más largos se verían afectados más que los bonos más cortos.
En el caso de la renta variable, una mayor tasa afectaría de mayor manera a las compañías tecnológicas (o cualquiera que vea mayor parte de su valor en un futuro distante).
Sin embargo estas compañías podrían mitigar esto en la medida que sean capaces de traspasar el alza de precios hacia sus clientes. Esto es algo que hemos estado observando en las últimos reportes de resultados. Es por esto que seguimos viendo de manera positiva a este sector.
En el caso de los activos alternativos, destacan principalmente dos.
Los commodities se han visto beneficiados ante las fallas en las cadenas de suministros este 2021, la rápida recuperación de la demanda, y presiones en el sector energía. De persistir esta situación (la demanda vuelve más rápido de lo que se ajusta la oferta), podríamos esperar un rendimiento atractivo el 2022.
Por su lado los criptoactivos han ido superando barreras de adopción. El 2021 se sumaron al barco los clientes institucionales, y la SEC aprobó por primera vez un ETF basado en el Bitcoin. Es difícil saber si estos activos están bien o mal valorizados, pero hay que tenerlos cada vez más en cuenta a la hora de construir un portafolio diversificado.
Cartera según geografía
Tenemos una visión positiva de los países desarrollados. En particular, EEUU a pesar de mostrar valorizaciones más elevadas que el resto de las regiones. Goza de perspectivas interesantes para el año que viene. Mayor estabilidad política, y una rápida recuperación post-pandemia son los principales atributos. Dentro de los sectores, creemos que en este entorno de tasas al alza el sector bancario podría verse beneficiado.
En el caso de Europa, creemos que UK tiene las mejores perspectivas. Dentro de los países de la zona, es el más expuesto a los commodities, que como mencionamos tienen buenas perspectivas para el año que viene.
Los países emergentes los dividimos en dos. Por un lado están China, Corea del Sur y Taiwan, que representan del orden del 50% del mundo emergente. En estos países la tecnología es un factor importante de su comportamiento futuro. En contrapartida, el resto de los países emergentes aún se mueve más ligado a los commodities, el nivel de la tasa de interés, y la dirección del dólar.
Creemos que estos últimos, en el actual entorno macro, la van a tener más difícil. Entre ellos esta Latinoamérica, Indonesia, India y Sudáfrica por nombrar algunos.
Por el toro lado, creemos que la economía China puede seguir sorprendiendo positivamente. El 2021 se caracterizó por una fuerte regulación del gobierno a ciertas partes del mercado, lo que llevó a una fuerte corrección de sus precios, especialmente el tecnológico, lo que puede representar una oportunidad para el 2022. De bajar la intensidad de la regulación, estos sectores podrían ver su valor destrabado.
Eso sí, existe riesgo en China, principalmente de su sector inmobiliario. Los problemas de Evergrande nos recordaron que cerca del 30% de PIB del país está en el sector, y sus dificultades podrían afectar entre un 2% y un 5% del crecimiento del país como un todo. Problemas en China probablemente traerían consigo efectos en la industria de commodities en general, en particular el cobre.
Para cerrar, hemos visto el 2021 un retorno del mercado accionario muy por sobre el promedio en Estados Unidos y Europa Desarrollada y uno bastante malo en Japón y los Emergentes. Para el 2022, creemos que esta dinámica puede continuar pero esperamos algo más cercano a un 8% nominal para el mercado de EEUU.