Chips: El nuevo "taco" de la industria de automóviles
Original: El Mercurio Inversiones
El 2020 fue un mal año para la industria automovilística. Las distintas medidas de distanciamiento social implicaron que en todo el mundo nos quedáramos más en nuestras casas, y manejáramos menos. Nada nuevo hasta acá.
Lo sorpresivo es que a fines del año, en medio de una segunda ola que en algunas partes fue incluso peor que la primera, las ventas de automóviles retomaron el impulso que llevaban antes de la pandemia.
Sin duda se les debe haber dibujado una sonrisa en la cara a muchos ejecutivos de las principales fabricantes de autos del mundo. La sonrisa desapareció cuando tuvieron que detener sus líneas de producción. Entre los afectados están los fabricantes de Volkswagen, Ford, Subaru, Toyota, Nissan y Fiat Chrysler.
No se debió a que sus trabajadores estuvieran contagiados, ni a fallos en el funcionamiento de sus máquinas. Simplemente se les acabaron los chips que tenían que instalar en sus autos.
Nos acostumbramos a tener un radar para estacionar, a conectar nuestro teléfono por Bluetooth, entre muchos otros usos. Para que podamos usar estas características, existen chips de silicio dentro de un auto que hacen todo esto posible.
¿Por qué ocurrió esta sequía de chips?
Múltiples factores generaron la tormenta perfecta.
- Primero, desde el 2018 que el mercado automovilístico había perdido fuerza. Esto llevó a que los fabricantes disminuyeran progresivamente las órdenes que hacían a los fabricantes de chips.
- Segundo, la pandemia le pegó en el piso a la industria de los autos, pero el resto de las industrias que usan semiconductores vieron como su demanda creció de manera importante, aumentando sus pedidos a los fabricantes del material.
- Tercero, este aumento de uso de chips en productos como teléfonos, relojes inteligentes, etc. fue bien recibido por los fabricantes de chips, ya que son chips en la vanguardia tecnológica, en desmedro de los usados por los automóviles, que son más básicos, y por ende menos rentables de producir.
- Cuarto, la guerra comercial ha afectado al principal fabricante de chips de China, SMIC. ¿En qué se especializa la compañía? En los semiconductores de menor tecnología, es decir, los usados por los autos.
- Quinto y último, cuando los fabricantes de autos vieron este aumento de demanda y pusieron sus órdenes descubrieron que estaban últimos en la fila de una industria que estaba con su capacidad a tope.
El efecto de esta sequía de chips no será despreciable. Se estima que en el primer trimestre del año se producirán 670.000 menos vehículos de lo presupuestado, equivalente a cerca de un 3% de la producción.
Los actores de la industria están buscando opciones para que esta ralentización no se propague al resto del año.
Taiwan Semiconductor al Rescate
Esta crisis no pasó desapercibida. En Alemania la industria automotriz es uno de los principales motores de su economía (no me resistí a una broma alemana). El ministro de economía alemán Peter Altmaier escribió a su contraparte Taiwanesa, Wang Mei-hua, pidiendo ayuda para solucionar este entrevero.
No existe un mejor país al que escribirle, ya que la principal fábrica del mundo está en ese país, y pertenece a Taiwan Semiconductor (TSMC). La compañía produce más de la mitad de todos los chips que se consumen en el mundo.
Entre TSMC, Samsung e Intel fabrican prácticamente todos los chips de alta gama a nivel global. Taiwan Semiconductor es la única que fabrica exclusivamente semiconductores de terceros, sin incluir diseños propios.
La respuesta de la compañía fue que intentarían optimizar sus procesos para encontrar alguna capacidad extra para los chips automovilísticos. Además, aumentaron su plan de inversión para 2021 desde 17 mil millones de dólares a 28 mil millones de dólares.
Si bien este gasto no se materializará de la noche a la mañana, responde al optimismo con el que ven esta industria los ejecutivos de la compañía. La ayuda a la industria automotriz no será gratis, ya que desde TSMC ven probable un aumento de precios, que se especula rondaría el 15%.
Todo esto, sin mencionar la irrupción de los autos eléctricos y autónomos al mercado. Según IHS, un auto eléctrico usa tres veces más chips que su par de combustión. Se espera que en conjunto con los autos autónomos lideren el transporte del futuro.
Pero ese futuro debe resolver el taco que las automotoras tienen hoy, porque los nuevos modelos no pueden renunciar a los avances tecnológicos que ya piden los usuarios.