Una solución simple, pero difícil
Hoy en nuestro país la inseguridad es por muy lejos la principal preocupación de la población. Muchos afirman que es una de las principales razones de los abrumadores resultados electorales de las últimas dos votaciones en Chile (Plebiscito Salida 2022 y Elección Consejo Constitucional 2023).
Quizás por eso me llamó mucha la atención esta afirmación de un inversionista al que admiro:
“La gente tiende a estar obsesionada con el daño causado por otros como el terrorismo y el crimen. Sin embargo, no se dan cuenta de daños autoinfligidos mucho mayores tales como la mala alimentación y la falta de ejercicio” - Morgan Housel
Podríamos quedarnos en temas políticos y discutir mucho rato. Sin embargo, prefiero enfocarme en la segunda parte de la frase:
“…Sin embargo, no se dan cuenta de daños autoinfligidos mucho mayores tales como la mala alimentación y la falta de ejercicio”
La mala alimentación y la falta de ejercicio, son razones importantes por las que Chile es el segundo país de la OCDE con más casos de sobrepeso y una alarmante obesidad infantil mayor al 50% de la población.
No incluida en la frase, pero sin lugar a dudas otro de los principales problemas del país son las bajas pensiones. A esta también le podemos atribuir una dosis no menor de autoinfligido.
¿Qué tienen en común estos fenómenos?
La mala alimentación, la falta de ejercicio y los bajos niveles de ahorro evidencian la dificultad que tenemos los seres humanos para hacer pequeños esfuerzos recurrentes por períodos largos de tiempo. En otras palabras, nuestra falta de disciplina.
Muchos de nuestros problemas de largo plazo, tanto en el ámbito de la salud como de las finanzas, se originan en esta falta de disciplina.
Lamentablemente, cuando nos damos cuenta del daño que nos hemos hecho, generalmente este es irreversible:
1. No hay mucho que pueda hacer si al momento de jubilar me doy cuenta que no tengo ahorros suficientes para mi vejez.
2. No hay cómo curar un cáncer si he fumado toda mi vida
3. No hay milagro que me salve de un infarto debido a mi sobrepeso.
La solución, que nos la da el mismo Housel, y muchos otros, es muy simple pero a la vez difícil.
Pequeños esfuerzos diarios, realizados por mucho tiempo, nos traerán grandes beneficios.
Ese día que no quieres hacer nada, ponte las zapatillas y sal a caminar.
Apaga esa serie y duerme. Tu cuerpo necesita descansar.
Ahorra antes de gastar. Hazlo apenas recibas tu sueldo. Te aseguro que vas a sobrevivir el mes igual.
Tu mente te va a tratar de engañar y te hará creer que no lo lograrás. No la dejes, tu yo del futuro te lo agradecerá.
Es cierto que nada de esto te va a asegurar ni el éxito ni la felicidad. Pero de lo que sí estoy seguro, es que sin una buena salud física, mental y financiera, el camino a ellas será mucho más complejo.
