La guerra también se escribe con 0 y 1
"Buenas tardes conciudadanos. Este Gobierno, tal y como prometió, ha mantenido una férrea vigilancia sobre las operaciones del Ejército soviético en la Isla de Cuba. Durante la semana pasada, la evidencia inconfundible ha establecido el hecho de que una serie de emplazamientos de misiles ofensivos está ahora en preparación en dicha isla”.
Con estas palabras, hace 60 años, John Kennedy advertía al mundo lo cerca que estaban de guerra nuclear.
El lunes pasado vivimos una situación similar por el mensaje, pero en una esfera distinta.
Esta vez fue el presidente Joe Biden el que prendió las alarmas. De acuerdo a los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Rusia estaría “explorando opciones” para lanzar ciberataques contra ellos y otros países aliados a Ucrania. Esta sería la forma de devolver el golpe frente a las duras sanciones económicas que les han impuesto.
Biden pidió al sector privado del país actuar con urgencia y reforzar sus defensas. Dijo que era una “obligación patriótica”.
El llamado no quedó ahí. Las autoridades del Reino Unido también respaldaron la petición de la Casa Blanca.
Hasta ahora los servicios de inteligencia occidentales han sido extremadamente eficaces para adelantarse a los movimientos del Kremlin en su conflicto con Ucrania. Es justamente por eso que está nueva alerta no ha dejado a nadie indiferente.
¿Estamos viviendo una nueva forma guerra fría? Existen opiniones divididas. En lo personal -y guardando las debidas proporciones- veo muchas similitudes. Los actores y los mensajes son los mismos. Pero esta vez, la guerra se libra en las redes.
Los ciberataques que más preocupan a Occidente
Con la amenaza inminente de una ciberguerra, en las últimas semanas diversos medios internacionales han publicado artículos sobre los casos más emblemáticos de ciberataques que han efectuado organizaciones ligadas a Rusia contra occidente. Hay preocupación en el ambiente de que alguno pudiera repetirse o escalar.
Aquí les dejo algunos de los ataques que más me llamaron la atención. No todos son actuales, pero son una muestra de a qué nos enfrentamos.
• El apagón: Ataques dirigidos a infraestructura crítica
Durante años Ucrania ha sido el conejillo de indias de Rusia. Ahí prueban sus armas cibernéticas.
Haciendo un poco de historia, en 2015 y luego de la invasión rusa en la península de Crimea, hackers rusos dejaron a más de 230 mil ucranianos sin electricidad en una operación denominada BlackEnergy. Un año después, repitieron el truco con la operación Industroyer que dejó sin energía a gran parte de Kiev, la capital de Ucrania.
En enero de este año, justo cuando las tropas rusas comenzaban a desplegarse en la frontera, se fueron contra la red eléctrica ucraniana. En ese minuto, el ministro de energía dijo que las sospechas apuntaban a los servicios especiales rusos.
¿Podría Rusia atacar el suministro eléctrico occidental? La historia indica que sí tienen la capacidad para hacerlo. Sin embargo, algunos expertos plantean que esto podría resultar contraproducente para el Kremlin porque Estados Unidos también puede responder con un ataque similar.
Fuentes: BBC; Financial Times
• Microsoft al rescate: Ataques dirigidos a bancos y sitios gubernamentales
En febrero de este año, a 8.850 kilómetros del conflicto armado, el centro especializado en ciberataques de Microsoft en Seattle, advirtió la presencia de un malware (software malicioso). El objetivo era borrar los datos del gobierno y de los bancos ucranianos. Rápidamente, la empresa alertó al gobierno de Volodímir Zelenski, y en tres horas actualizó sus sistemas antivirus para bloquear el malware en cuestión.
Acto seguido, Microsoft contactó a la Casa Blanca. En conjunto, iniciaron la operación para compartir los detalles del código. Llegaron con la información a los países bálticos y otros países europeos para evitar un ataque generalizado a las alianzas militares y los bancos de Europa occidental.
Y así, sin darse cuenta, Microsoft entró a la guerra y se transformó en el héroe del día.
Fuente: New York Times
• ¡A llenar el estanque! El caso de Colonial Pipeline
En mayo de 2021, Colonial Pipeline -principal oleoducto de la Costa Este americana- fue atacado con un ransomware o “secuestrador de datos” que obligó a la compañía a detener sus operaciones durante seis días. Sí, ¡seis días!
Si bien el ataque no fue directamente perpetuado por el gobierno de Putin, sí se lo atribuyó al grupo hacker DarkSide, que se cree tiene su base de operaciones en Rusia.
Para recuperar el funcionamiento de sus sistemas informáticos, la empresa debió pagar US$4.4 millones en bitcoin. Un pago casi imposible de rastrear.
¿Podría esto volver a ocurrir? Sí. De hecho, uno de los mayores miedos que tiene occidente es que el Kremlin coordine e incite a grupos hackers a atacar empresas estadounidenses y europeas.
Fuente: CNN Español
¿Cómo nos blindamos?
Me encantaría poder responder la pregunta con una receta probada. Lamentablemente no hay. Hoy, el mundo está intentando “armarse” para combatir los ciberataques. Al menos ya hay esfuerzos concretos gubernamentales y de privados para intentar minimizar o contener los efectos.
Las personas, somos el último engranaje de la cadena. Y la verdad, no hay mucho que podamos hacer para combatirlo. Pero sí podemos tomar algunos resguardos para lograr atenuar los efectos en nuestras vidas.
Les dejo algunas ideas. Pueden parecer obvias, pero nunca está de más recordarlas: respalda tus archivos, si necesitas claves no uses siempre las mismas, intenta con gestor de contraseñas seguro, dales prioridad a las alternativas biométricas, no entregues tus datos con tanta facilidad, y no compartas archivos que te lleguen sin verificar su origen.
En este batalla, todo puede pasar. Y tú, ¿cómo crees que terminará esta ciberguerra? ¡Cuéntanos en los comentarios de Instagram!