¿Por qué todos quieren ir a Texas?
La última compañía en sumarse a la larga lista con inversiones millonarias en Texas, uno de los estados más prolíferos de Estados Unidos, fue Samsung.
La semana pasada la gigante coreana anunció la construcción de una planta de semiconductores (chips) cerca de Austin, la capital del estado. ¿La inversión? US$17.000 millones.
A estas alturas da la sensación de que todas las semanas alguna compañía anuncia que mueve sus oficinas centrales o que hará una mega inversión en el “Estado de la estrella solitaria”.
Sin ir más lejos, a principios de octubre, Elon Musk sorprendió con que las oficinas centrales de Tesla dejarían Palo Alto en California para aterrizar en Austin. HP y Oracle ya hicieron lo mismo a Houston y Austin respectivamente.
Y la lista no sólo incluye a empresas. Fundadores y ejecutivos de compañías tecnológicas han cerrado maletas también para mudarse. Por ejemplo, el CEO de Dropbox, Drew Houston, cambió a Texas su residencia permanente.
Lo que inclina la balanza
En Austin, la capital del estado, tienen presencia empresas conocidas como Adobe, Nokia, Qualcomm, PayPal, Visa, Dell, Facebook, SpaceX, Amazon, Nvidia, IBM y Zynga. Por nombrar algunas.
Ha crecido tanto la presencia de compañía tecnológicas que todos se refieren a un sector de la cuidad como Silicon Hill en directa referencia a Silicon Valley. Pero solo hasta el nombre llegan las similitudes entre ambos sectores.
Es que justamente son las diferencias lo que está inclinando la balanza. El precio de la vivienda y de la vida es una de ellas. Sin embargo, es el régimen fiscal el que más atrae miradas.
Mientras que en California durante los últimos años se han introducido más de 500 impuestos, en Texas no existe el impuesto estatal a la renta corporativa ni personal. Y esa es una diferencia sustancial.
Mientras California está entre los estados con los sistemas fiscales menos atractivos para los negocios -tiene el puesto 49 entre 50 según un estudio de Tax Foundation-, Texas está en el puesto 11.
Atraer inversiones es una bandera que abrazan con fuerza en Texas. Tienen un aparato bien elaborado para lograrlo que parte con el trabajo que hace el gobierno local. “Cuando hablo con creadores de empleo, ellos apuntan a que la libertad y nuestro favorable clima de negocios son ventajas de Texas que permiten a las empresas crecer y a sus empleados comprar una casa y acceder a una buena calidad de vida”, escribió hace algunas semanas Greg Abbott, gobernador de Texas en un diario local.
Los esfuerzos son innegables y el avance también. Sin embargo, no son el único estado intentando atraer compañías. Florida está en una “disputa” similar, aunque su foco está más en las empresas financieras. Sin ir más lejos, en el mundo financiero se comenta que Goldman Sachs estaría analizando mover parte de sus operaciones a Miami.
Habrá que ver si Silicon Valley logra frenar la salida de empresas hacia Texas y si Wall Street consigue adelantarse a un proceso que ya se vislumbra en el horizonte.