La Carrera Financiera
"Captura el poder de los mercados", dice nuestra página web.
Es un mensaje que queremos que escuchen, pero obviamente al ser una frase, queda mucho por explicar. Creemos que invertir nuestros ahorros para el largo plazo es la decisión correcta. Pero no se trata de invertir dinero y recibir más dinero. De hecho, la verdad, es que nuestra verdadera misión no es que quienes inviertan con nosotros ganen dinero.
Nuestra misión es que nuestros inversionistas ganen tiempo y tranquilidad.
La maratón que corremos
Con la abundancia de información de hoy, es muy fácil mirar al lado y ver como todos los días se crea un nuevo millonario. Invirtiendo en acciones que están por el suelo, en acivos nuevos como criptomonedas u otras opciones que ni siquiera entiendo. Es difícil verlos y no pensar: ¿por qué yo no?
El problema es que esa carrera está destinada al fracaso. Invertir no se trata de competir con el de al lado por generar mayores retornos y ser mejor. Invertir es una carrera interna, en la que queremos generar lo suficiente para cubrir nuestras necesidades de largo plazo.
Esa es la verdadera misión en nuestra carrera financiera. Definir nuestros objetivos, y trabajar junto al mercado para llegar a ellos. Me imagino que si logro jubilarme tranquilamente, no me va a importar lo más mínimo si le gané a mi amigo de la universidad en mis inversiones, me va a importar si logré lo que me propuse y disfruté en el camino.
También quiero destacar que esta carrera la corremos todos, no sólo los millonarios. Algunos parten con ventaja, y otros con una pendiente más marcada, pero creemos que lograr llegar a la meta tiene más que ver con nuestros gastos que con nuestros ingresos.
Además, mientras lees esto, cientos y miles de personas se hicieron millonarios. ¿Cambió en algo tu situación? La mía tampoco.
Nuestro mayor rival
¿Por qué es tan difícil ver las inversiones de esta manera? Porque nuestros cerebros no están programados para ello.
Cuando vemos una oportunidad de inversión ("mira, a esta acción no le puede ir mal!") y estamos en lo correcto, nuestro cerebro libera Dopamina, y sentimos un poco de euforia, al igual que en el casino (o con los algoritmos de las redes sociales).
En cambio, cuando a nuestras inversiones les va mal, se activa una parte de nuestro cerebro que se llama amígdala, la misma que cuando en la prehistoria nos hacía correr si veíamos un depredador persiguiéndonos.
Si conocemos estos trucos que nos juega el cerebro, necesitamos algo para defendernos. Creemos que la solución es la disciplina. Si invertimos todos los meses, no estamos apostando al momento del mercado, sino que estamos constantemente agregando fondos a nuestras necesidades del futuro.
Si no retiramos nuestras inversiones cuando se pone feo, le estamos dando tiempo al mercado para que haga su trabajo. Durante los períodos buenos, esta tarea es más fácil, pero cuando las caídas son de meses y años, nuestra amígdala habla cada vez más fuerte. Es parte de la carrera, hay que seguir mirando al frente pensando en la meta.
El premio al final
En conclusión, vemos las inversiones como una maratón interna. De cada uno de ustedes pedimos dos principales esfuerzos: no compararse con el de al lado y combatir nuestras emociones con disciplina.
El premio de llegar a la meta, como mencioné, es tiempo. Si logramos eliminar todas nuestras preocupaciones por dinero, vamos a ganar un par de minutos todos los días que antes destinábamos a esta tarea. Si planificamos nuestro futuro financiero y sabemos que vamos en el camino correcto, estaremos más tranquilos cuando tomemos decisiones.
Tarde o temprano dejaremos de trabajar. Si nos hacemos cargo de nuestro futuro, esa transición va a ser más amena que si pensamos que "será un problema del futuro".
Y por último, si logramos generar ahorros importantes, podríamos llegar a un punto en el que dediquemos nuestro día a día a hacer lo que nos gusta, y no a "trabajar por plata". Es nuestro fin último, y lo denominamos Independencia Financiera. Sabemos que para muchos es difícil, pero con disciplina y ayuda del mercado, creemos que se puede lograr.