¿Jugar o invertir?
Cuando adolescente fui fanática de las consolas y videojuegos, usando la jerga de hoy claramente fui una gamer, aunque en esa época no me llamaban así. Entrar en mundos virtuales, desafiar mis habilidades y vivir aventuras emocionantes ocupaba buena parte de mis días de invierno en Temuco. Y si bien con el paso de los años fui dejando atrás esta actividad, de pronto la volví a mirar, pero esta vez desde el punto de vista del análisis de inversión.
Los videojuegos se han convertido en algo más que una simple forma de entretenimiento.
Primero un poco de contexto. Gracias al multi-tasking se estima que el día de un adulto tiene una duración de 32 horas, mucho más que las 24 horas que tendría si hiciéramos sólo una cosa a la vez. Y lo más impresionante es que un 40% de nuestro “día” lo ocupamos realizando algún tipo de actividad relacionada al entretenimiento: videos, música, redes sociales o… videojuegos.
¿Tiene sentido exponerse a la mayor penetración que los videojuegos están alcanzando a nivel global?El segmento de los videojuegos muestra el mayor crecimiento entre todos los sectores del entretenimiento, con una tasa anual esperada de crecimiento de 2,7% hasta el 2026, llegando a ocupar dos horas de nuestro día en promedio. Esto se da no sólo porque las generaciones más jóvenes “juegan” videojuegos, sino que también leen sobre ellos o destinan tiempo a ver transmisiones vía streamingde otros jugadores.
Por otra parte, con el aumento de los smartphones y la accesibilidad a Internet, los juegos móviles -que hoy representan el 50% del mercado- han logrado democratizar el acceso a los videojuegos. Esto sin duda ha contribuido a que esta industria a nivel global se acerque a los USD 200 mil millones (2/3 del PIB chileno aproximadamente) y se estima que crecerá a una tasa de 4,6% anual hasta el 2025. Crecimiento que se compone por la mayor cantidad de horas consumidas y de jugadores. En 2022 se estimaba que existían cerca de 3.200 millones de jugadores en el mundo, más que toda la población de China e India en conjunto.
Lo anterior no es la única fuente de crecimiento. El gasto promedio por jugador mensual ha crecido a un 7% anual entre 2019 y 2022. Esto se debe a un cambio radical en el modelo de negocios en la industria, donde los desarrolladores están optando por modelos free-to-play. Esto permite a los jugadores acceder a juegos de forma gratuita y luego ofrecer opciones de compra para mejorar la experiencia (comprar habilidades o vestimenta para tu avatar, por ejemplo). Las cifras son impresionantes: el 78% de los ingresos de los videojuegos provienen de este modelo.
Un mundo que no deja de crecer. El streaming de videojuegos se ha convertido en una parte integral de la industria. Plataformas como Twitch y YouTube Gaming permiten a jugadores transmitir en vivo sus partidas y compartir sus habilidades con una audiencia global. Además, los eSports han adquirido inmensa popularidad con sus millonarios premios y una base de seguidores en constante crecimiento.
El contenido creado está pasando a manos del usuario. Ejemplos claros de esto son juegos como Roblox o Minecraft, donde los jugadores pueden crear mundos o incluso mini-juegos dentro de la misma plataforma para luego compartirlos con otros usuarios. Es aquí donde la inteligencia artificial jugará un rol muy importante, ya que la generación de contenido a través de IA reducirá muchísimo el tiempo de desarrollo.
Una industria con mucha actividad. Aunque la consolidación en la industria de los videojuegos ha sido evidente con la participación de importantes actores como Tencent, Electronic Arts, NetEase, Meta, Amazon y Google, no ha sido un camino sin obstáculos para estas empresas. Hemos sido testigos del cierre de Stadia por parte de Google y de la frustración de Microsoft en su intento de adquisición de Activision Blizzard -bloqueada por el regulador en el Reino Unido-, ejemplos de los desafíos que han surgido en este sector.
Finalmente me pregunto: ¿volvería a ser gamer? Probablemente no. Pero considerando todo lo anteriormente expuesto, creo que sí es razonable pensar en incorporar una selección de compañías del sector en una cartera de inversión diversificada, debido al atractivo viento a favor para un segmento que podría beneficiarse tanto de la consolidación de la industria, como de la creación de contenidos cada vez más disruptivos por parte de los desarrolladores.
*Esta columna fue publicada originalmente el 25 de mayo de 2023 por El Mercurio Inversiones en el siguiente link